Reportajes22/09/2025

RodiBook 2025

La Rodibook en su opción Rookie, se vuelve Pro sobre la Honda GB 350 S. Fueron 21 CV para 1.200 km…

Texto: David Remón
Fotos: Paulino Arroyo/Dremon/Fototur

El reto lo pones tú

Este año estuve tentado de hacer algo diferente. De hecho ya hace tiempo que me rondaba por la cabeza realizar la RodiBook off road con una moto de pequeña cilindrada, dado que también tiene ambas opciones, la Rookie y la Pro. Me apetecía aventurarme en la experiencia de rodar por parajes difícilmente accesibles si ruedas solo, simplemente por la falta de permisos para acceder que ellos sí obtienen.
La organización sorprende en sus itinerarios off-road gracias a la aportación en obras sociales y medio ambiente que salen entre otros, de las inscripciones.

No hay que olvidar que, además los organizadores, son muy escrupulosos en el orden que han de llevar motoristas que participan en su evento. Una vez más, el respeto de la moto con el monte se demuestra en la RodiBook.
Pero mi reto al final salió por otro lado. Surgió indirectamente por vuestros comentarios en la prueba de la GB 350 S. Vosotros, nuestros seguidores, con el interés que os despertó la prueba, hizo que me planteara este viaje con ella. Así que llamé a Honda para que ataviaran la unidad de pruebas con el pack Travel: la moto la tenían con el Style…
En la prueba de la moto realicé más de 1.000 kilómetros, 500 de ellos en rodaje, mientras que en la RodiBook 2025, en tres días realicé 1.209 kilómetros, nada mal para esta pequeña mono-cilíndrica.

Algo nuevo…


Viajar en moto es algo que, solo los que lo hacemos, sabemos el placer que aporta al alma. Y sí, digo alma porque al final lo de menos, es la moto que lleves. Sí que es verdad y lo reconozco, que es la primera vez en mi vida que viajo con tan poca caballería bajo mi asiento y eso hace tomarte la cosas de otra manera. Aprendes a disfrutar de tu entorno, a ser más paciente, a no ponerte nervioso y a vivir la experiencia de como se rodaba hace 60 años por las carreteras españolas.


Me apetecía y Honda me lo ponía fácil, con ese pack Travel de 400 € donde vienen alforjas instaladas sobre estructura metálica para dotarlas de rigidez, cúpula suficiente para desviar el aire del pecho y unos feos pero no menos prácticos y robustos para manos, que le quedarían mejor a una trail que a esta belleza clásica. Observaréis que mi unidad además aportaba defensas con antiniebla, provenientes del pack Style que llevaba esta moto antes del viaje.
El reto estaba ya sobre la mesa, así que saliendo con tiempo me dirigí hacia la salida, Vielha, donde ya llegar hasta allí son unos 300 kilómetros desde las instalaciones de Honda.

Pensé que cargada, con bolsa sobre depósito incluida, sería un problema para sus 21 CV y más con la de accesorios que llevaba, donde las maletas serían un freno aerodinámico importante. Pero no fue tanto lo que le afectó. Con su ritmo suave de 100/110 km/h, la “hondita” se movía suave y sin queja, excepto en lo puertos de montaña. Allí rodar a bajas vueltas era complicado porque le faltaba fuerza y reducir a la marcha inferior era aminorar el ritmo y subir a 80 km/h en más de una ocasión.

Mi llegada…


La Honda es una moto bonita, elegante pero que parece más de lo que es. Solo una persona en el parking del evento me preguntó si era suficiente para hacer la Rodibook al ver lo que cubicaba en sus costados, pero como le comenté: -”espero que sí”-.
Como siempre y justo antes de estacionarla, pasé la verificaciones del estado de la moto, me pusieron el dorsal y fui recibido por los fotógrafos de la organización que me inmortalizaron con la moto en el photocall.

Solo quedaba aparcarla, para una vez libre de ella, ir a las colas para acabar de recibir lo que la organización tiene preparado para los inscritos. Bolsa con pequeños detalles de los patrocinadores, con sus respectivas publicidades, el geo localizador por GPS que la organización entrega a todos los participantes y que se devuelve en meta, así como la posibilidad de recoger también el almuerzo del día siguiente.
Allí, en la zona de exposición habían 30 carpas y después de pasar por todos los trámites, me paseé entre ellas.

Presentes estaban Honda, Yamaha, AJP, Mototurismo-Aralleida, Andreani MHS, Triumph, Voge, Rieju, Ducati, KTM, BMW Motorrad, Michelin, Fox, hoteles Sommos, Macbor y Kove, entre otros, existiendo la posibilidad de probar algunas de las marcas presentes. Un poco más retirado, existía la pista Extreme Trail, zona de exhibición donde los especialistas del mundo off-road como Xavi Galindo, Julio López, Marc Calmet o Guillem Inglés, demostraron sus habilidades sobre motos de serie de marcas con las que compiten.
Más tarde y como es habitual para explicar el funcionamiento a los nuevos bienvenidos o incluso por si han habido cambios de última hora en los roadbooks, el staff recibe a todos los participantes en la carpa principal y les da un briefing antes de cenar.


Una Rookie, que fue Pro



Salí de Barcelona con bastante tiempo de antelación condicionado por la moto con la que venía. Pero me di cuenta que la moto era una excusa, porque al final las diferencias no eran tantas… Llegué allí con más tiempo y más relajado, lo que te demuestra que sobre motos más complejas de conducir, donde se exige más concentración, hay superior desgaste. Sobre la GB la experiencia se vive con mucha intensidad también, pero de otra manera, porque te das cuenta de muchas más cosas que a más velocidad ni ves…


Este año fueron más de 1.400 inscritos, con una celeridad volando las inscripciones, que en caso de la off road fue de minutos… En ambas categorías, on-road y off-road, había dos recorridos el Rookie y elaPro. En el de carretera se hablaban de 750 kilómetros la dura y de 550 la “light”, recorrido el mi que en mi pequeña Honda, el cuentakilómetros con tan solo dos cortas pérdidas, llego a los 580 kilómetros al final de la jornada. La ruta todoterreno en la opción suave se quedó en los 300 kilómetros, mientras que en la larga se le sumaron otros 70 km.


El fin de semana anunciaba tiempo radiante, así que por la mañana a las siete de la mañana salimos con el consiguiente fresco matinal a once grados, que de día superaría sin problema los 26 grados.
La ruta Rookie se desarrolló en su 70 % por tierras francesas, saliendo hacia Luchón y dirigiéndonos hacia el oeste hasta Luz-SaintSauveur. Después nos fuimos hacia el este por el interior de las bellas carreteras francesas, por retorcidos puertos y estrechísimos pasos que justo pasaban dos motos a la vez: la organización sugirió que las maletas se dejaran en los hoteles…

Después nos dirigimos a España atravesando Andorra. Ya en España, la última parte en los puertos del Cantó y Bonaigua disfrutamos mucho, aunque el cansancio hacía ya mella en uno. La subida de los puertos más largos se hicieron eternos, no pudiendo recuperar el tiempo perdido en las bajadas: aplicar filosofía de sin prisa pero sin pausa.
Esta Honda GB 350 S es un mechero y tenía claro que la Rookie los haría con un depósito sin problema: había que ver como le afectaba el peso de los accesorios… Sabía que superaba los 600 kilómetros, como me demostró en la prueba, pero aquí con tantos puertos de montaña, había que ver…
Con las maletas cargadas y los accesorios comentados, llegó a alcanzar los 700 km de autonomía, que hubiesen sido con más holgura si no hubiese sido por la ganas de acabar de los últimos 100 kilómetros de la etapa.

Otra en la saca



La Rodibook la he vivido de muchas maneras y siempre es una experiencia. Este año, con una moto de pequeña cilindrada, sientes más cosas, percibes más que en las grandes, pero también te pasa más horas sobre ella: fueron 14 horas en total. Suerte tuve que de suspensiones, ergonomía y asiento, es un referente.
Mi experiencia fue a la vieja usanza, con roadbook de papel y el Terratrip digital intentando salpicar el sabor añejo de la experiencia. Pero no lo consiguió, porque al final rodé sin él y me encantó más si cabe. Recalcular mentalmente los kilómetros, reajustando tus equivocaciones entre lo que marca tu moto y la información de la organización, es el reto.

Pero entiendo que, la gente prefiera navegar con GPS que con mapa de carreteras, aunque se pierda la aventura de descubrir perdiéndose.
En Andorra me lié y también en otro punto más a medio recorrido en Francia, porque la viñeta del desvío no quedaba demasiado claro: allí en el cruce nos encontramos muchos mirándonos con cara de no saber… Tuve la suerte, una vez más, de disfrutar de toda esta aventura con mi amigo de fatigas Paulino Arroyo, otro componente de esta familia de MotoDeseo que no se pierde una.


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Si 21 CV son suficientes para un evento de esta clase, creo que sí en otro formato, pero para un reto como el que marca la Rodibook donde el tiempo apremia y donde hay tantos klómetros por delante, es demasiado para el que va encima, sobre todo si es novel. Esta es una prueba de reto y el que viene, ha de saber que el reto es acabar y no quedarse por el camino porque uno no ha aguantado. Hasta con una moto como esta, se puede acabar, siendo ese mi reto…

Me quedo con…

Me quedo con los datos de los 120 entregados voluntarios que estuvieron allí o las 45 mujeres que llevaban sus motos, porque si cuentan las que eran pasajeros, serían bastantes más… O con los 15.129 € que se han destinado a proyectos sociales, culturales y medioambientales, que salen de las inscripciones y de las aportaciones de la organización: Y para los amantes de la gastronomía, los 60 corderos que se cocinaron al espeto y que se les sirvió a los inscritos al llegar a la meta, de esta 14 edición.



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